Siempre he pensado que el mejor lugar de escuchar jazz en directo es el club, con una copa en la mano y antes, envuelto en el humo de los cigarrillos. Creo que hay mas espontaneidad en los músicos, si cabe, en esos antros. Pero necesario es que la parroquia les preste atención. Algo que no siempre sucede. En cualquier caso, claro que era y es difícil que el espacio reducido de un club pueda albergar la actuación de grandes figuras, pero he tenido la suerte de escuchar a lagunas de ellas en jam session improvisadas en el marco de festivales de jazz como el de Vitoria Gasteiz o el de Donosti, y alguna rara vez en el de Málaga.
Hubo un tiempo en que, siempre que mi trabajo me lo permitía, me plantaba en los festivales del norte, que además se entrelazaban de modo que al día siguiente de terminar el de Vitoria empezaba el de San Sebastián. Hace tiempo que dejaron de programarlos así,, cosa que nunca he entendido. Recorría auténticos maratones de escucha de música y músicos excelentes. El de Vitoria, además del escenario oficial en el Pabellón de Mendizarrosa, tenia otro espacio, a primeras horas de la tarde, que se llamó “Jazz del Siglo XXI”, que se desarrollaba en el Teatro Principal, creo recordar. Las jam se disfrutaban en los bajos del Hotel Canciller Ayala. La ironía trágica del destino ha querido que el que fue su director Iñaki Añúa hasta 2.018, al que conocí, muriera este año el primer día en que se iniciaba el Festival. En Donostia, además de los escenarios de la Plaza de la Trinidad, “la Trini”, o anteriormente en el velódromo de Anoeta, había actuaciones vespertinas en el salón de actos del Ayuntamiento, y las jam en garitos como el “Altxerri” o el “Be bop”, o en los jardines del propio Ayuntamiento. En aquellos años pude disfrutar de conciertos de figuras tan importantes como Keith Jarrett, Dexter Gordon, Sarah Vaughn, Nina Simone, Stan Getz, Art Ensemble of Chicago, Sun Ra, John Mclaughin y Paco de Lucía, Tito Puente, Charlie Haden, Oregón, Pat Metheny, Chick Corea, Joshua Redman, David Sánchez, Don Pullen, Elvin Jones, Nicholas Payton,….. y tantos otros. También he acudido a festivales de Granada, Sevilla, Madrid y he podido disfrutar de Miles Davis, Dizzy Gillespie, Art Blakey, Sonny Rollins, Cecil Taylor, Paul Bley, Randy Weston, Abdullah Ibrahim, Wynton Marsalis, Brandord Marsalis, Charles LLoyd, Danilo Pérez, Gonzalo Rubalcaba, Brad Mehldau, …..y otro largo etcétera. En fin, los meses de julio ajetreados eran. No descarto subir otra vez por ahí arriba, porque además se come de escándalo también y el jazz estaba presente en las ciudades con actuaciones gratuitas en la calle, como las bandas de New Orleans, que animaban a acudir a los conciertos y que terminaban su recorrido en las puertas de los recintos donde se celebraban aquellos. Aprovechaba también la ocasión para hacer excursiones a pueblos cercanos como Mendiola, Zarauz, Guetaria, Azpeitia, Lequeitio, Orrio, Motrico, Guernica y degustar los buenos pescados y carnes que por allí abundan. Otro año acudí a Biarritz donde, entre otras cosas, compré algunos discos.
Ahora me conformo en verano con asistir al Portón del Jazz en Alhaurín de la Torre y a Almuñécar, lugares ambos muy agradables y donde he visto también actuar grandes figuras. Bueno, corto el rollo. Os propongo escuchar al saxofonista Kenny Garrett, que fue miembro de la banda de Miles Davis y al muy veterano clarinetista bajo, de nacionalidad francesa, Michel Portal, una de las leyendas del país vecino que, a sus 85 años, sigue dando guerra. Este año actúan en la ciudad costera granadina.
Por cierto, observo con cierta tristeza como los asistentes a conciertos de jazz somos , en su mayoría, maduritos. Lo cual me hace pensar si los Festivales, al menos en este país, que tienen un pasado glorioso y un presente aceptable, tendrán algún futuro.