Natural de Filadelfia (1.944), fue la escucha de los discos de su padre, que era cantante y guitarrista y admirador de Eddie Lang, Django Reinhardt y Johnny Smith, lo que le hizo inclinarse por aprender a tocar la guitarra, empezando a los once años. Cuatro años más tarde ya era un músico profesional, precocidad se llama a eso, tocando en grupos de rhythm and blues. Tras tocar en estudios con jazzman, en 1.967 graba su primer disco como líder. En el quinteto de John Handy adquirirá notoriedad y fama por su forma singular de tocar, su sonido lírico y sensual y su apabullante técnica. Estudia música y cultura hindúes, así como la instrumentación electrónica, lo que aplica a su arte. Ha tocado con organistas como Jack McDuff, Richard Groove Holmes, James Smith y con saxofonistas como Charles McPherson, y Sonny Stitt entre otros.
El 24 de julio de 1.976, tocando en el festival de jazz de la Riviera sufrió una especie de ataque epiléptico, que le duró algo más de medio minuto, algo así como caer en un agujero negro, según lo describió. A partir de entonces, sufrió enormes dolores de cabeza que no le permitían moverse, y tras las pruebas pertinentes le diagnosticaron en 1.980, un aneurisma cerebral cerebro que precisaba de urgente operación, operación complicada pero no cabía otra alternativa si quería continuar con vida.
Tras la operación, perdió completamente la memoria. No recordaba absolutamente nada de sus 36 años, ni de sus experiencias musicales, por supuesto. “Me encontraba vacío, desnudo, muerto”, según contó años mas tarde.
Comenzó una lucha para convertirse en sí mismo. Escuchaba una y otra vez sus discos, y fue maestro y alumno de sí mismo. Se convirtió en su mejor imitador. Aquella batalla duró varios años y acabó en victoria. Después contaría que “sus viejos discos se convirtieron en viejos amigos que le ayudaron a recuperar la belleza y la honestidad de su música”.
El nuevo aprendizaje de la música le ayudó a recuperar también la memoria de su vida.
En 1.987 volvió a los estudios de grabación, de allí salió su álbum “The Return”. Lo estaba diciendo todo. Había recuperado la destreza, la técnica y la belleza de su música, volviendo a ser uno de los mejores.
A esa capacidad del cerebro de reorganizarse y adaptarse después de un daño o experiencia significativa, se le llama por los científicos “neuroplasticidad”.
Pat Martino se nos fue en el 2.021.
La historia de Martino, es la de un ave fénix. Si con ocasión de la vida del pianista Fred Hersch, hablé del ave fénix del piano, hoy toca hablar del milagro del guitarrista, gracias a la neuroplasticidad, de modo que no es disparatado llamarle “el ave fénix de la guitarra”.