El maestro Rodrigo, ciego desde los tres años, disfrutaba paseando por los jardines de Aranjuez con su mujer, la pianista turca Victoria Kamhi a la que conoció en Paris. El sonido del agua del Tajo, de sus fuentes, de los trinos de los pájaros, el olor de sus flores y plantas inspiraron al maestro saguntino para, en 1.939, escribir el Concierto para guitarra y orquesta, su obra más famosa., que dedicó a la ciudad del Real Sitio .El adagio, su movimiento más conocido, lo escribió, en braille, como toda su obra, parece ser que cuando vivía momentos dramáticos: su mujer, embarazada, se debatía entre la vida y la muerte en una Clínica de Madrid. Finalmente sobrevivió pero el bebe nació muerto.
Puedo resultar un “repipi”, término en desuso, si digo que la escucha desde niño del Concierto de Aranjuez en el viejo tocadiscos “Kolster” que había en casa, me hizo amar la música y la guitarra;, pero es la verdad.
Desconocía la versión de Miles Davis, curiosa. Me hace pensar en una película de Western