Está considerado como uno de los reyes del blues, junto a Albert King y Freddie King. Su forma de tocar la guitarra, su “Lucille”, ha sido imitada por todos los guitarristas del blues eléctrico. Es por ello uno de los influyentes músicos de blues de la historia. Y no solo en el terreno del blues, sino también en el del rock, como es el caso de Elvis Presley.
Nacido en 1925 en la zona del Mississippi recibió influencias de T-Bone Walker y de Blind Lemon, y en sus composiciones se aprecian influencias del jazz y del pop. King se prodigaba mucho en las actuaciones en directo, con un promedio de 250 al año. Lo he visto en tres ocasiones, en Granada, por cierto en una plaza de toros casi vacía, en Madrid, y aquí en Málaga, junto a Raimundo Amador. Se hacía acompañar con frecuencia en el escenario de músicos de jazz, aunque también con bluesmen prestigiosos como Dr. John, Al Kooper o Eric Clapton.
Ha recibido multitud de premios por sus grabaciones y participado en numerosos programas populares de EEUU. Se retiró de la escena en el 2006 y falleció mientras dormía en el 2015. Sus hijas denunciaron a su manager y asistente personal por asesinato, por envenenamiento; pero la autopsia no desveló nada en ese sentido. B.B. King “el último rey del blues”.