Natural de Illinois, de 1.919, nacido en una familia de inmigrantes italianos, una enfermedad congénita parecida a la gripe le acompañó toda su vida e incluso motivó su ceguera a los nueve años. Cursó estudios de saxo, clarinete y piano. Fue la escucha de Duke Ellington lo que le hizo inclinar la balanza por el teclado. Pronto se convirtió en profesor y dio clases entre otros a Warne Marsh. Sus apariciones públicas fueron escasas, limitándose casi a actuar en el “Half Note” por la calidad del piano de dicho club. En 1.965 inició una gira por Europa de gran éxito, y a finales de los sesenta decide consagrarse sólo a la enseñanza.
Tristano fue un reconocido compositor, un intelectual del piano, muy preciso y riguroso en su fraseo, sin que ello le restara un ápice a su capacidad de improvisación. Nuestro protagonista es considerado como uno de los precursores y representantes del pianismo moderno. Se le ha tildado siempre de cierta frialdad, tal vez la complejidad de su estilo tenga algo que ver con ello.
Os propongo la escucha de cuatro temas, el último de los cuales, “Requiem” es una de sus composiciones más célebres, escrita a la memoria de Charlie Parker. Sencillamente conmovedor. Tristano nos dejó en Nueva York en 1.978. Bill Evans, Martia Solal y Cecil Taylor reconocieron su influencia.