Voz sensual, carnosa, sugerente, profunda. Tal vez mantenga un registro plano, pero no se le puede negar el feeling. Puede que no se le pueda incluir entre una voz del jazz, aunque así se le considera, con carácter general. Como no soy amigo de las etiquetas ni en la música, ni en la vida, pues que quieren que les diga, me lo trae al pairo.
Natural de Filadelfia, nacida el día de la Candelaria del año 1.985, a los diecinueve años mientras circulaba en bicicleta, un todoterreno se la llevó por delante, fracturándole la pelvis , quebrándole la voz, limitándole la visión….En fin, una calamidad. Hasta entonces cantaba, de vez en cuando, acompañándose del piano en bares y clubes, como aficionada. Convaleciente, en su larga estancia en cama, con ayuda de la guitarra, empezó a componer. Cuando, a duras penas, se recuperó grabó unas maquetas que le ayudaron a grabar su primer disco, que obtuvo un gran éxito que le ha acompañado en los sucesivos y en sus actuaciones en directo. Se ayuda de un bastón, de la macrobiótica y de unas gafas de sol para tirar para adelante. Una superviviente de un accidente que pudo acabar con ella.
Enamorada de Portugal, en uno de los temas que os propongo canta con el cantante luso Antonio Zambrujo, de Paris, “La vie en rose” la canta en sus directos, y en su último disco aborda “L´amour est plus fort que nous”, que los mas talluditos recordaréis que pertenece a la banda sonora de la película de Claude Lelouch “Un hombre y una mujer”, película mítica de 1.966. En este último tema el pianista que le acompaña es hijo de Bud Powell, el pianista del be bop. Espero que les guste. Buen gusto, sentido de la melodía y capacidad de transmitir pienso que tiene la Gardot. No caben comparaciones con las grandes damas del jazz. Es distinto, aunque no demasiado distante.
Si, Sr. C’est Magnifique!
Gracias, Miguel.