La obra de un artista, necesariamente ha de ser un reflejo de su personalidad? Un artista que compone bellas obras, cualquiera que sea en el terreno en el que manifieste su arte, necesariamente ha de ser un ciudadano ejemplar? Es decir, una mente perversa, incluso criminal puede producir obras sublimes, bien sea en pintura, escultura, música, cine…? Hay que cuestionar la obra por la personalidad o conducta del artista?. Se me vienen a la cabeza, así a bote pronto nombres como Caravaggio, Cervantes, Polansky…., todos perseguidos por la justicia. No escarbo mas y hoy día, con la de aficionados a Torquemada que aparecen por doquier, juicios paralelos y demás, artistas como el protagonista de esta entrada de hoy del blog, no resistirían un minuto la consideración y el respeto del stablishment. Ahí tenemos los casos de Woody Allen o de Plácido Domingo. ¿Dónde está la verdad? ¡¡¡Uy, uy, uy, que lo mismo estoy entrando en un terreno peligroso, contrario al pensamiento político correcto que aspira a ser pensamiento único¡¡¡. No creo que cuestionar sea malo, pero, en fin. Ni tampoco estoy defendiendo a ningún malvado en el supuesto en que lo sea. La presunción de inocencia está muy presente en mi mentalidad de jurista. No basta con acusar.
Bueno, saco todo esto a colación porque había que preguntarse, ¿ Como era Serge Gainsbourg, 1928-1991)? Fue poeta, cantante, compositor, pianista, pero también, excéntrico, provocador, perverso, ¿ pero fue acosador?. No hay haya noticias de que Brigitte Bardot, Jane Birkin, Anna Karina o Juliette Greco, algunas de las mujeres con las que estuvo, hayan manifestado algo al respecto de esa última condición. Muy al contrario, después de terminar sus relaciones con el cantante no solo mantuvieron con él una fuerte amistad, sino que todas ellas hablaban del respeto, amor, trato exquisito etc. que del mismo recibieron. Igualmente lo admiraron públicamente Francoise Hardy, Regine, Catherine Deneuve o Marianne Faithfull. Fue la cantante Lio, la que lo calificó hace un par de años como acosador, una especie de Weinstein francés, sin apenas conocerlo, pues solo lo trató con él, en el transcurso de unas relaciones meramente profesionales. Cierto es que Gainsbourg, en tiempos distintos de los actuales, alimentó su imagen de hombre duro, despreciativo e irrespetuoso en alguna ocasión que otra con la mujer, de libertino, borracho, sexoadicto, provocador, amante de los excesos, en suma, quiso forjarse una imagen de “poeta maldito”. Y a fe que lo consiguió: la realidad de su vida se fue pareciendo cada vez mas a la imagen que quería transmitir y que los medios audiovisuales alimentaron. Como en tantos otros casos el alcoholismo que marcó el sendero hacia su autodestrucción, contribuyó decisivamente. Sin embargo, en su producción artística hay obras suyas que transmiten esa imagen “maldita”, pero otras que no en absoluto. En definitiva, por lo poco que he leído, la auténtica personalidad de Gainsbourg seguirá siendo un enigma. En cualquier caso, está considerado como uno de los músicos mas importantes de la escena francesa, que transitó por variados territorios, entre ellos, el del jazz. Boris Vian. gran influencia de Gainsbourg lo llegó a comparar con Cole Porter. Y vuelvo al inicio de este rollo……