Siempre nos quedará «As time goes by».
Fue en 1.938 cuando el profesor Murray Burnett con aspiraciones de ser dramaturgo entró en un cafetín de la Costa Azul y oyó cantar a un pianista negro “As time goes by”, una canción de cuya autoría poco se sabe en realidad y que evocaba el recuerdo nostálgico de un amor y simbolizaba el amor…