Bee Gees, me quedó con su primera época.
Estos chicos de Australia fueron, a finales de los sesenta, los cómplices perfectos para los guateques, escenario único en el que las hormonas juveniles podían manifestarse. Su música, sus canciones lánguidas, melodiosas y melosas con un acompañamiento coherente, eran la invitación eficaz para bailar amarraditos, que propiciaba el beso furtivo, o los susurros en el…