Es uno de los máximos exponentes del jazz francés e incluso europeo, no sólo como contrabajista, sino también en la tarea de componer.
Ha salido a la palestra en este blog, con ocasión de otras entradas: “Un cuarteto singular” y la de Aldo Romano entre otras, pero obvio es que ha sido un olvido injustificable por mi parte no darle antes una entrada particular como, sin duda, merece.
Parisino de 1.945, empezó a estudiar piano y ya con catorce años formaba parte de una orquesta de dixieland de aficionados. Un año después se inicia en el estudio del jazz moderno y a los dieciséis abraza el contrabajo.
Fue en el Blue Note parisino donde tocó con Chet Baker, Kenny Drew, Bud Powell, Johnny Griffin, Donald Byrd……Las colaboraciones y las formaciones que ha liderado Texier son muy numerosas. Podríamos citar a Don Cherry, Enrico Rava, Aldo Romano, Mal Waldron, Steve Lacy, Lee Konitz, Dexter Gordon, Phil Woods, Michel Portal, Louis Sclavis, Joe Lovano, Dewey Redman, Kenny Wheeler…. Como veis el elenco es grande y variado.
Y es que Texier se ha impuesto como un acompañante-interlocutor especialmente atractivo, y como líder es un magnífico catalizador de aventuras musicales y originales aleaciones sonoras. Al decir de Luis Martín, es el hombre de las mil músicas. Le copio la idea.
Especialmente interesantes son las grabaciones dedicadas al mundo de los indios americanos, ahora llamados pueblos originarios.
Su jazz es moderno, comprometido y muy expresivo.
Solo en su último trabajo, “Heteroklite Lockdown”, que fue producto del confinamiento en la pandemia, ha sucumbido para abordar los standars de jazz, pero claro los ataca desde su óptica personalísima.