Neoyorkino de 1922, autodidacta, antes de ingresar en la banda de Count Basie en la que anduvo en varias y diferentes etapas, estuvo con Benny Carter, Cottie Williams, Andy Kirk y hasta el propio Louis Armstrong.
Por supuesto que, incluso formando parte de la banda de Basie, también participó en otros proyectos, en dúos con el organista Shirley Scott, haciendo tándem primero con el saxo alto Sonny Stitt y después con el también tenor Johnny Griffin o con el trompetista Harry “Swetss”Edison, y formando parte de las bandas de Kenny Clarke/Francy Boland y de Ella Fitzgerald.
Davis tenía un estilo fogoso, pleno de swing, lo cual no le impedía manifestar una exquisita sensualidad a la hora de atacar las baladas muy en la línea de los grandes como Coleman Hawkins o Ben Webster, sin que, en ningún modo, se le pueda considerar un imitador de éstos.
Gran dominador del blues, su forma de tocar es fluida y sus improvisaciones en tempo rápido son como un aluvión de vitalidad extraordinaria e intensa.
Fue sin duda, se nos fue en 1.986, un tenor de los grandes aunque no tuviera el reconocimiento adecuado a su excelencia.