Sumido en el festival de “Jazz en la Costa” de Almuñécar, en sus playas y en su gastronomía, que todo hay que decirlo, no me he enterado del adiós de John Mayall hasta hoy y por casualidad. Los corresponsales de los micro surcos, que tantas veces me proporcionan noticias, también han estado esta vez “In albis”.
El caso es que me pongo a la tarea de publicar algo del gran bluesman británico, guitarrista, teclista, cantante y sobre todo, armonicista y caigo en la cuenta de que no tuvo en su momento su entrada en el blog, lo cual no tiene remedio ni perdón.
Mayall que, en su día me hizo vibrar como a muchos, con el “Room to move”, aquel “Sitio para moverse”, es el responsable de que pudiéramos conocer a gente como Eric Clapton, Peter Green y Mick Taylor, cuando estaba al frente de “The Bluesbreakers”, antes fundó “The Powerhouse”, es el precursor, junto a Alexis Corner del blues británico y el alma de lo que después, por catapultar a Peter Green, el alma inicial de “Fleetwood Mac”.
Tuve ocasión de verlo, ya talludito, en el Cervantes hace unos años. Ya no era el mismo, pero me conmovió con el “Room to move”. Uno es un sentimental irredento. Bueno, pues adiós a John Mayall. Se nos fue hace un par de semanas. Le caían ya los noventa.