Fue un viernes de primeros de los ochenta. No sabría fijar la fecha. Fui a Granada por la tarde y hojeando el “Ideal” me entero de que Freddie Hubbard actuaba a las nueve de la noche en el Auditorio Manuel de Falla. No era en el marco del Festival de Jazz, sino una actuación aislada. Y allá que me encaminé sin dudarlo. Había entradas, así que sin problema.
No recuerdo la formación que liberaba el trompetista, tan solo que el bajista era Cecil Mcbee, porque tuvo una actuación memorable que hizo sombra al líder que no soportó de buen grado la situación, hasta el punto de que llegó a boicatearle los solos, llamando la atención mediante golpes en el suelo con el tacón o palmaditas que no venían a cuento. No me gustó esa actitud y le tomé cierta manía a Hubbard.
Pero, mal rollo aparte, el de Indiana (1.938) era un extraordinario trompetista, fliscornista y compositor. Ha tocado con todos los grandes, del hard bop, con los Messengers de Art Blakey, del free con Ornette Coleman, , del funky, siempre en la vanguardia, …., bien como líder, bien como sideman, no hay más que observar los acompañantes en las propuestas de escucha que os formulo. Su debut discográfico con sólo 21 años, “Open Sesame”, tuvo un éxito memorable. Dotado de una exquisita técnica, destaca su energía en el toque, su amplia sonoridad, el dominio de los sobreagudos. Sin duda es de los mejores de la historia con su instrumento. Su efecto más especial, a lo que llaman lip triling, totalmente personal consiste en conseguir un trino muy rápido únicamente con la columna de aire sin utilizar los pistones. Nos dejó el 29 de diciembre de 2.008.