Jerry Jeff Walker, cantante de country pasó una noche de 1.965 en el calabozo de una comisaría de Nueva York, por una borrachera. Fue allí donde conoció a un vagabundo, compañero de celda, que le narró su historia. El vagabundo resultó ser un bailarín callejero, que dijo llamarse Mr. Bojangles. La charleta del vagabundo animó al resto de compañeros de fatigas, que empezaron a contar sus vidas. Al poco rato Bojangles, manifestó, con gran tristeza, cuanto añoraba a su perro que le acompañaba a todas partes, y uno de sus compañeros le pidió que bailara para ellos y de paso, para aliviar su pena.
Jerry Jeff Walker compuso una canción sobre esta experiencia.
Mucho se ha discutido sobre quien era realmente Mr. Bojangles a quien Walker dedicó la canción. Algunos sostenían que el protagonista de la canción, Mr. Bojangles era realmente un bailarín de vaudeville muy famoso llamado Bill “Bojangles” Robinson que falleció en 1.948. La voz mas autorizada para explicar la verdad, el propio Walker, confirmó la historia del calabozo y que el vagabundo, como era bailarín, adoptó el nombre del famoso, y que su canción a él estaba dedicada.
Os propongo escuchar varios versiones del tema, la de la banda que lo catapultó a la fama la “Nitty Gritty Dirt Band”, la de Sammy Davis Jr. que lo hizo suyo y estaba presente en todos sus conciertos, bailándolo al tiempo que la cantaba, la de Nina Simone que le da su fuerza genuina a la interpretación, la de Robbie Williams que al igual que Davis la incorporó a su repertorio habitual, y la última, como colofón, invirtiendo el orden lógico la su compositor y primer interprete, que ya habría superado la resaca.
Me quedo con la versión de Nina Simone