El próximo 6 de octubre se cumplirán 94 años del estreno de la primera película con sonido sincronizado. La irrupción del cine sonoro llegó de la mano del director Alan Crosland, y del actor, músico, cantante y compositor Al Jolson. «The jazz singer» cuenta la historia del hijo de un rabino ultraortodoxo empecinado en cantar jazz, en contra de su padre, que sólo quería que entonara cantos religiosos.
A pesar de que el argumento de la película  podría presagiar una buena relación entre el jazz y el cine, la realidad no ha respondido a esos augurios. Pocas son las películas que han tratado esta música y a los jazzman con seriedad y respeto. Algunas ya he largado por aquí. «Alrededor de la medianoche» de Tavernier, «Bird» de Eastwood y la muy antigua «Stormy Weather» de 1943, son las que, a bote pronto, se me vienen a la cabeza, sin olvidar «Cotton Club»  de Coppola y » Kansas City» de Allman.
Aprovechando el próximo aniversario, vamos a escuchar a Al Jolson, que solía pintarse de negro la cara en sus actuaciones, para aparentar lo que no era.  Sus canciones más famosas, «Swanee» de Gershwin y «Mammy» resonaban con frecuencia en aquel mítico club, de la calle Lazcano, renombrada, «Billie Holiday Street» por su dueño, señor y «alma mater»: mi amigo Miguel Hernández. Sirva este recuerdo como tributo al tocayo del poeta y también poeta Miguel y a su  » Cantor de Jazz». Buen dia, a todo esto, y si es con un Dry Martini, sin aceituna, mejor.

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