Decía Tyner que “no es cuestión de convertirse en el más virtuoso, sino mas bien realizar la exploración interior de uno mismo”. Tal vez en el cumplimiento de esa máxima residía el secreto de la serenidad con la que acometía la interpretación. Tyner recibió la influencia de pianistas tan dispares como Bill Evans, el toque delicado en las baladas, y de Cecil Taylor en la forma de atacar con la mano izquierda con potencia y claridad, y abarcaba las ochenta y ocho teclas con una sonoridad propia.
Durante muchos años fue el pianista de Coltrane, aportando el contrapunto de la fuerza del saxofonista y del baterista Elvin Jones, la serenidad de su personalidad y estilo. Después de Coltrane grabó varios discos como líder, algunos de los cuales obtuvieron un gran reconocimiento. A finales de los ochenta orientó su obra a rememorar standars del be bop.. Tambien se puede apreciar en algunas de sus obras, la influencia de músicas orientales, y por supuesto, de África.
Nació en Filadelfia en 1938 y nos dejó en el 2.020. Tuve la ocasión de verlo en los conciertos de la Expo en 1.992.