Sam Cooke, la sensualidad y perfección de una voz.

Creo que fue el soul la primera música negra que entró en mi vida. Serían mediados los sesenta. Todavía era un chaval. Los Otis Reding, Arthur Conley, Stevie Wonder, James Brown, Wilson Pickett y tantos otros y las Aretha Franklin, Carla Thomas, Tina Turner, Diana Ross, Roberta Flack etc. ocupaban los tocadiscos de los amigos y de mi casa y eran música de fondo y de baile en aquellos guateques, regados con sangrías, y en los que la inocencia empezaba a perder protagonismo, en favor de las hormonas a flor de piel. Sin embargo, nuestro personaje de hoy, «príncipe del soul, o el iniciador del soul moderno, no formaba parte de la música que oíamos y bailábamos, al menos con la asiduidad de los anteriormente citados, La dimensión de la música de Cooke y lo que representó lo o descubrí algo mas tarde. Su temprana muerte de Cooke en el año 1964, la débil industria discográfica de este país en aquellos tiempos y el hecho de vivir, el que suscribe, en un pueblo tal vez pudieran explicar esa ausencia y que sólo alcanzáramos a oír a los representantes del soul más pegadizo. La voz de Cooke supera el ámbito del soul, fue autor de las letras de sus canciones, algo especial en este género musical, llegó a fundar su propia empresa discográfica en el 1960, aunque después fichara por la RCA. Enorme éxito tuvieron muchos de sus temas, y en 1963 grabó un disco en que mostraba una cierta inclinación hacia el blues. El 11 de diciembre de 1964 murió acribillado a balazos en un motel. Se encontraba semidesnudo. La dueña del motel fue la autora de los disparos. Primero dijo que se defendía de un ataque del artista y después que lo hizo para defender a una joven que había venido con Sam y que, sin embargo huyó de él escapando por la ventana. Como quiera que el cantante la persiguió descargó su revolver. Una historia poco creíble. La condición de negro de de Cooke contribuyo a que su muerte no se investigara formalmente. Se le dio carpetazo por homicidio justificado. Curiosamente había empezado a militar en el movimiento de los derechos civiles de los afroamenricanos, y ser lo que se llamaría ahora un «influencer», y no solo para la comunidad negra. Por cierto, hay en Netflix, un documental «Los dos asesinatos de Sam Cooke» que recomiendo.