Me imagino que muchos la habréis visto, yo lo hice este invierno pasado en el cine Albéniz. Me encantó y me dije aquello de que Wim Wenders lo había vuelto a hacer: mostrarnos la belleza.
Y lo hace a través del día a día de un limpiador de lavabos públicos que trabaja con esmero todos los días, pero que encuentra la belleza en lo más simple, en las copas de los arboles, en cada día que amanece, en la música hermosa del cassette que pone en el coche como un ritual mas. Por cierto, la música es una maravilla: Lou Redd, Nina Simone, Van Morrison, Patti Smith, Velvet Underground, Kinks, Rolling Stones, Otis Redding, Animals….Es un tipo de aparente sencillez, que esconde una profundidad intelectual, en su caso un intelectual analógico.
Para aquellos que no la habéis visto, la recomiendo vivamente. Se puede ver en el canal Indie, todavía. Y está en el You Tube. No esperéis acción trepidante, ni siquiera acción. Veréis monotonía, pero así y todo es un canto a la belleza, es la búsqueda de la belleza de lo cotidiano. De la felicidad en las pequeñas cosas y hace reflexionar en cuan a veces puede resultar estúpido poner la esperanza en los grandes proyectos, cuando la vida, como creo que dijera John Lennon, es eso que pasa mientras estas ocupado haciendo otros planes.