Fue la última película de Sergio Leone y sin duda, la mejor. Es de 1.984. Es la película preferida de mi hijo Miguel y también es de las mías. Cada vez que la veo, y es bien larga, me gusta más, le encuentro nuevas claves. Esta mañana lluviosa, escuchando su banda sonora, maravillosa del gran Morricone, he pensado que bien podría recordarla por estos lares, aunque todos la conozcáis, y me he puesto a ello.
Fue en su momento preterida, ninguneada y hasta maltratada; pero hoy es considerada como una de las grandes obras del cine.
Historia de amor, de amistad, de lealtades pero también de una gran traición, es CINE con mayúsculas en el que el manejo de la cámara es magistral, en el que las miradas y los silencios dicen más que las palabras, con diálogos inteligentes como el que se produce cuando el personaje que interpreta Robert de Niro regresa tras treinta años y uno de los de la banda le pregunta: “¿Qué has hecho durante todo este tiempo?” Y la respuesta fue: “Acostarme temprano”. Ahí lo está diciendo todo.
En fin, que lo mismo en este día lluvioso me la pongo otra vez. Aunque me gustaría volverla a ver en la gran pantalla y salir después a la lluvia.