Nacida en Oporto (1.955), de padre portugués y madre catalana, adoptó su nombre artístico cogiéndolo prestado de una musa polaca de un pintor catalán, tras leer su biografía.
Inicialmente no fue profeta en su tierra, alcanzando fama internacional antes que en el país vecino.
Se le considera una de las voces renovadores del fado al que revistió de nuevos sonidos, de nuevos acompañamientos. No solo cultivó el género tradicional portugués, sino que también cantó tangos, boleros y pop.
Hoy, aún resonando en mis oídos la música del festival de Almuñécar, he leído la triste noticia de su muerte tras una larga batalla contra el cáncer que inició en el 2.016. El fragor de esa lucha no le impidió grabar dos hermosos discos, en 2019 y en 2.022.
Os propongo la escucha, entre otros temas, de “Lágrima” uno de sus éxitos más relevantes, la tradicional “Lisboa antigua” y una versión de “De alguna manera” de nuestro Aute.