La escucha de Cesária Évora me llevó a la de Tito Paris. Caboverdiano de 1.963, nacido en familia de músicos, muy pronto aprendió nociones de canto y aprendió a tocar la guitarra, el violín, el bajo, la batería y el cavaquinho, una especie de guitarra de cuatro cuerdas. Con 19 años se traslada a Lisboa y allí forma parte de diversos grupos donde toca primero la batería y luego el contrabajo, y cuatro años más tarde se considera con el suficiente bagaje musical y de experiencia para iniciar su carrera en solitario, alcanzando tal relevancia que se le considera uno de los músicos caboverdiano mas influyentes y de mayor trascendencia internacional.
Ha colaborado y compartido trabajos con la propia Évora, Mariza, Sergio Godinho y otros menos conocidos por estos lares del escenario lusófono.
Su música, que compone en gran parte, la puede considerar, como tanta música actual, una fusión, en este caso un mestizaje entre la morna y la coladera, propias de Cabo Verde con otras músicas del ámbito de nuestro país vecino.
Particularmente me gusta y os propongo la escucha de cuatro temas, que han sido éxitos de Paris, entre ellos “Sodade”, el tema que cantara con tanto éxito Cesária Évora, que definía ese título “como un sentimiento mucho más grande que la nostalgia”.