Conocí la existencia de Billy Joel, creo que como casi todos, por la canción “Piano Man” allá por 1.973, que en nuestros lares versionara con éxito la insufriblemente cursi, para el arriba firmante, Ana Belén. Dicha canción está considerada por muchos como una de las cien mejores canciones pop rock de la historia. Después fue su álbum “The Stranger” (1.977), el que me cautivó y escuché repetidas veces y aún de vez en cuando vuelvo a hacerlo. También es un disco extraordinariamente valorado por la crítica. Después he de reconocer que no he seguido de cerca la carrera de este neoyorkino del Bronx (1.949), aunque haya seguido teniendo éxito en los años ochenta y noventa. Dice Joel que dejó de componer en 1.993 porque el proceso de composición le resultaba doloroso, y es por eso, por lo que en los conciertos que, de vez en cuando ofrece, no hace sino interpretar su legado discográfico y compositivo que es amplio y exitoso, porque no tiene material nuevo.
Las propuestas que os formulo son de los discos que me encandilaron. Seguro que si escucho los posteriores no me decepcionarían. Lo mismo me pongo a ello.