Septiembre es un mes que suscita cierta controversia. A unos les gusta y a otros no. Para el arriba firmante es un mes especial, sobre todo si disminuye el calor, como es lo normal. Si se quiere ir a la playa, es mucho más gratificante. Hay menos gente, el agua suele estar más limpia, y los atardeceres empiezan a parecerse a los especialmente mágicos que se ven en el otoño. Los días son más cortos, eso sí. Pero bueno para qué tanto sol. Y si llueve, los primeros olores a tierra mojada también me parecen agradables. Septiembre también llama a la melancolía, por aquello del adiós al verano, el fin de las vacaciones y la vuelta a la rutina para muchos. Desde mi perspectiva de jubileta lo contemplo desde otra perspectiva. Me hago firmes propósitos de moverme más, siempre desde la tranquilidad, tampoco hay que pasarse, pasear, aprovechar mas el tiempo, escribir mas a ver si consigo terminar varias cosas que están empezadas, dispersarme menos…… Después, como aquellos que lo hacen a primeros de cada año, todo queda en propósitos.
La música también se ha citado con septiembre. Los mas talluditos se acordarán de aquella que decía, léase cantando: “Cuando llegue septiembre todo será maravilloso…..”. Bueno, era solo una canción….
Os propongo escuchar varias versiones de la famosa canción de Kurt Weill, “September Song”: “pero los días se acortan cuando llegas a septiembre, cuando el clima de otoño convierte las hojas en llamas….., los días se han reducido a unos pocos y estos preciosos días los pasaré contigo”. Y la primera propuesta es un tema que cantan a dúo Sting y Zucchero. ¡ Buen septiembre tengan¡