Fue el pionero en introducir el vibráfono como instrumento solista en el jazz. Y empezó a tocar dicho instrumento por iniciativa de Louis Armstrong. Antes tocaba la batería.
Después de haber pasado por otras orquestas fue en las formaciones del Benny Goodman la que le sirvió de trampolín para alcanzar su fama. Lideró su propia big band o combos y, en ocasiones, reclutaba a miembros relevantes de las orquestas de Ellington, Basie o del propio Goodman. Y así en sus filas formaron Clifford Brown, Joe Newman, Art Farmer. Quincy Jones, Dexter Gordon, Charlie Mingus, entre otros.
También componía y cantaba. Dotado de una vitalidad y energía apabullante que transformaba en un swing extraordinario, Hampton también era un showman, como podréis comprobar en algunas de las propuestas que os formulo.
Nos visitó en el marco del Festival Internacional de Jazz de Málaga, a mediados de los ochenta. Allí estuve en la segunda fila, consciente de que estaba viendo y escuchando a una leyenda. No dejó de sonreír en todo el concierto, del que disfruté en grado sumo. El swing tomó el Teatro Cervantes. Hampton nos dejó en el 2.002, y murió con las botas puestas.