Vince Benedetti nos visitó hace dos semanas en el “Clarence” de Torremolinos. Lo hizo en formación de quinteto y dedicó su repertorio a homenajear al también pianista Barry Harris, que también fue compositor, arreglista y profesor, que falleció en Diciembre de 2.021, y que, por cierto, venía con frecuencia a Madrid a impartir clases. Conocí a una alumna suya hace algunos años. Vince es ya veterano, tiene ya los 81, y era un gran amigo de Harris, al que conoció en los años 60 a través de un disco “At the Jazz Workshop”, cuya escucha le hizo identificarse con su forma de fraseo, según confiesa el propio Benedetti.
Benedetti ha tocado con grandes como Dizzy Gillespie y Dexter Gordon y más recientemente con Diana Krall. Ha residido durante tiempo en Granada. Habla bien el español y ahora vive en Suiza. Su homenaje a Harris, además de por su amistad e identificación con su fraseo, estaba movido por su admiración al sentido de la armonía y a su fidelidad a lo que considera el enfoque más valido del jazz que, a su juicio, residía en el pianista fallecido.
En su concierto del Clarence, Vince Benedetti demostró su versatilidad, su elegancia, su modestia y su simpatía cuando trataba de presentar los temas que iba a ir tocando. Se me hizo muy corto el concierto. La banda que le acompañaba, tenor, trompeta, bajo y batería tuvo su protagonismo porque Benedetti no fue de estrella, sino que intervino como uno más del quinteto. Es decir, Benedetti les dejó los espacios necesarios para que todos se expresaran. Solo tras el pequeño descanso, Benedetti hizo un tributo esta vez a Monk y nos brindó un emotivo “Round Midnight”. Me cogió en la barra esperando el bourbon, pero enseguida me incorporé a la escucha.
Hola Miguel, me encanta tu blog y quisiera saber si hay alguna manera de recibir las nuevas publicaciones que vayas haciendo.
Muchas gracias.
Saludos.