Ya vivía y trabajaba en Málaga, pero iba con frecuencia a Granada, por motivos familiares y porque me gustaba, algunos fines de semana. Los sábados por la mañana los empleaba en visitar la tienda de discos “Callejas” que se encontraba en una callecita paralela a la calle Elvira, antes de llegar a la Plaza Nueva. Volvía con paquetes de vinilos, normalmente de jazz o de blues, en ediciones muy baratas y bastante irregulares de Discophon o de Dial, porque, eran finales de los setenta y principios de los ochenta, y apenas se publicaban discos de jazz en España. Creo que sería por el año 1.982 cuando cayó en mis manos “Alabama Blues” de J.B. Lenoir, disco que debo confesar lo compré porque me llamó la atención su portada. Escuchando el disco totalmente acústico me quise interesar por el autor, pero poca información había en aquellos tiempos. Sí pude saber que Lenoir era un militante en la lucha política contra la segregación racial y contra las guerras, primero la de Corea y después la de Vietnam. Lenoir era natural de Monticello, Mississippi de 1.929, y fue muy joven cuando primero en Nueva Orleans donde conoce a Sonny Boy Wiliamson y Elmore Jones, y a finales de esa década se traslada a Chicago donde conoce a Big Bill Bronzy, que lo considera como su hijo adoptivo. Su voz, a veces aguda, su guitarra, con la influencia de Ligthning Hopkins y otros guitarristas sureños, no alcanzaron sin embargo, el reconocimiento debido hasta muy tarde, hasta 2.003, de la mano del documental de Wim Wenders “Soul of a Man”, incluido en la serie “The Blues” de Martín Socrsese. Había muerto con 39 años, o sea, en 1.967, víctima de un infarto de miocardio sobrevenido tras un accidente de tráfico. La vida es injusta
… Hola a todos, estaba hablando con ustedes.
No les estoy diciendo que vivan, esta es la verdad natural.
Les di el blues de Eisenhower.
Pensando en mí y en ti, ¿qué diablos vamos a hacer?
Mi dinero se ha ido, mi diversión se ha ido
Como se ven las cosas, ¿cómo puedo estar aquí mucho tiempo?
Les di el blues de Eisenhower.
Pensando en mí y en ti, ¿qué diablos vamos a hacer?
Tomado todo mi dinero, para pagar el impuesto,
sólo les estoy dando gente, los hechos naturales
sólo les digo a ustedes, mi creencia,
porque me dirijo directamente, en alivio.
Les di el blues de Eisenhower.
Pensando en mí y en ti, ¿qué diablos vamos a hacer?
No va ni un centavo, ni siquiera tiene un centavo,
ni siquiera tengo dinero, para pagar el alquiler.
Mi bebé necesita algo de ropa, necesita algunos zapatos.
Gente, no sé qué, lo haré.
Les di el blues de Eisenhower.
Pensando en mí y en ti, ¿qué diablos vamos a hacer?…”
J.B. Lenoir – Eisenhower Blues