Cuando a finales de los sesenta bailábamos el “Pata, Pata”, con tanta frecuencia que hasta hacíamos una coreografía, aunque entonces no se le llamaba así, no teníamos ni idea de lo que representaba esa canción, ni tampoco lo que significaba Miriam Makeba en su país y en todo el continente africano. Pues bien “Pata Pata” que significa “Toca Toca”, era un estilo de baile que se hizo muy popular a mediados de los cincuenta en las tabernas ilegales de Sudáfrica, en los suburbios de Johanesburgo y de otras ciudades. Era un baile enérgico y sensual. Miriam Makeba paseó la canción por todo el mundo. Pero la Makeba no sólo era la que readaptó esa música, sino que fue mucho más, fue el icono de la mujer africana en la lucha contra el “apartheid” en Sudáfrica y por los derechos humanos. Nacida en la capital en 1932, inició su carrera artística en los cincuenta, mezclando música tradicional de su país con jazz. Huyó a los 27 años, primero a Italia y después a Inglaterra donde conoció a Harry Belafonte que le ayudó a entrar en USA., y con el que se asoció artísticamente. Su matrimonio con un líder de los “Panteras Negras” no fue precisamente una ayuda para la estancia en tierras norteamericanas, por lo que hubo de emigrar a Guinea. Estuvo tres décadas exiliada de su país, al que sólo pudo regresar cuando Mandela tomó el poder y había finalizado la segregación racial. Estuvo casada también con el trompetista de jazz Hugh Masekela.
Makeba falleció en noviembre de 2.008, víctima de un infarto de miocardio en una localidad del sur de Italia, tras dar un concierto contra el racismo y la mafia y a favor del escritor italiano Roberto Saviano, autor de “Gomorra”. Conocida como “Mamá África”, fue la primera mujer negra que recibió un Grammy.