Quizás el mayor exponente del lirismo en el mundo del jazz, en lo que al piano se refiere, sea este señor honorable nacido en 1943 en Filadelfia y que responde al nombre de Kenny Barron.
Ha acompañado a todos los grandes, y citarlos ahora sería un aburrimiento. Aburro un poco: James Moody, Lee Morgan, Dizzy Gillespie, Stan Getz, Ron Carter, Charlie Haden… Es un magnífico acompañante y como líder o solista ha firmado grandes discos y actuaciones memorables. Kenny Barron es un pianista refinado, dotado de un sentido del swing muy notable, y con un feeling que se aprecia desde la primera nota. Sus dúos con el señor del contrabajo Ron Carter, y con el que lo fuera, Charlie Haden han dejado grabaciones históricas, como su dúo con Stan Getz que recoge cuatro noches en el Club Montmartre de Copenhague en 1991 y que quedaron inmortalizadas en el doble cd “People Time”, que recomiendo vivamente, o sus discos con el referido saxofonista, en formación de cuarteto grabados en el mismo lugar, denominados “Serenity” y “Anniversary”, son dos obras maestras.
He disfrutado de Kenny Barron en muchas ocasiones, recuerdo un festival de Donosti, creo que fue en 1995 que estuvo omnipresente, en sus tres actuaciones oficiales, en las jam de los clubes, y hasta me lo encontré en un restaurante. Nos visitó en el Cervantes hace un par de años o tres, quiero recordar, y dio un concierto en solitario en el que rememoró a Monk tocando varias de sus composiciones. Kenny Barron, el refinamiento bien entendido, de un pianista.