Tete es el primer jazzman español catalán, que fue reconocido internacionalmente. Iturralde, Jorge Pardo, Chano y otros también lo son; pero Tete abrió una puerta que ya no se cerró
Ha tocado con grandes del género como Don Byas, Ben Webster, Lee Koonitz, Stan Getz…, por nombrar algunos. Ciego de nacimiento, recibió influencias de otro pianista ciego, maestro del virtuosismo, como Art Tatum, pero también de Bud Powell, Earl Jones y desde mi oído particular, también de Monk.
Si se me permite otra licencia personal he de decir que lo conocí, y un día en «Miguelito el Cariñoso», almorzando con su bajista, baterista y otros amigos, lo tenía enfrente, comía chanquetes y le dije: » Maestro, está comiendo algo prohibido» y me contestó tan pancho: » Yo como no veo…». Aquella noche tocaba en el conservatorio del Ejido. Él se fue tras la comida al Hotel,Málaga Palacio. Los demás pasamos la sobremesa en mi casa entre copas y música. Se nos hizo tarde, hasta el punto de que hube de llevar a toda prisa, en mi coche y desde casa hasta el hotel a su baterista Peer Wiborys para que recogiera su batería y llevarlo hasta el Ejido. Recuerdo la cara de malas pulgas de Tete en el hall del Hotel esperando impaciente que lo recogieran. Improvisamos el traslado, preludio jazzístico de lo que vino después. No hubo ni prueba de sonido, aunque tal vez fuera el concierto totalmente acústico.
La actuación, como había predicho Tete en el almuerzo, fue fantástica. A pesar de las prisas, todo fue bien. Tete tocó un «My foolish heart» inolvidable, como inolvidable para mí fue aquel día.