Fue Rachid Taha uno de los representantes más genuinos del «Rai», música que, de algún modo, viene a simbolizar la rebeldía de cierta juventud magrebí. Su origen se lo disputan entre Marruecos y Argelia, pero hay más consenso en que tuvo en Orán sus inicios. Comenzó siendo música muy poética, lírica, espiritual, pero en los 80 se mezcló con el rock, el funk, el reggae, siendo ahora el “rai” sinónimo de subversión, y género perseguido por el poder. De hecho, el cantante Cheb Hasni fue asesinado en 1994, en Orán, se cree que por orden del gobierno argelino.
Otros llaman al Rai como el blues del Magreb. Además de Taha, también era representante genuina del «Rai», Cheikha Remití. Tanto una como otro, encontraron la muerte en Francia, obviamente exilados. A Rachid lo vi en el Cervantes un año o dos antes de su muerte. A la Remiti en el Etnimalaga del Peñón del Cuervo y también en el Cervantes. Los tres conciertos me gustaron. Rachid estaba ya bastante mal cuando nos visitó, había sobrevivido a un ictus y a una vida difícil y agitada, digámoslo así.
Aquí os dejo con Monsieur Taha, mirador de Alsacia, que despotricaba de Francia, pero en ella encontró su refugio. El tema » Ya Rayah» , todo un himno de la juventud magrebí reivindicativa de sus derechos y de su dignidad. El otro tema » Douce France» es una peculiar versión del mítico chansonnier Charles Trenet.