Obvio es que nuestro músico de hoy poca presentación necesita. No fue hasta los ochenta cuando empezamos a conocerlo por estos lares, sin embargo, desde muchos años antes era un artista conocido en su país de origen. Toda una figura carismática de la intelectualidad No sólo canta, sino que también pinta, dirige teatro y cine, filósofa y, por supuesto, compone. Su explosión en los ochenta no ha tenido una continuidad muy exitosa en nuestro país. Yo le he seguido la pista, porque me ha parecido siempre un tipo muy peculiar, muy original y con una riqueza compositora y expresiva muy variada. Empezó con canción protesta con su amigo Giorgo Gaber ( “E allora dai”), después interpretó temas románticos, pasó por el rock sicodelico, la electrónica, la música magrebí, y la clásica no le es ajena. Sus letras a veces son incomprensibles, absurdas, aunque dicen que es pop filosófico. Bueno…, pues será. Sus trabajos denominados ” Fleurs” 1, 2 y 3, reunen versiones muy personales de temas clásicos del rock, del soul, del pop. Puro eclecticismo tocado por la sabiduría creadora de Franco Battiato
Cuando el pasado 18 de mayo nos dejó, los micro surcos lo recordaron de esta guisa:
Micro surcos especiales para recordar a este siciliano mayúsculo que se nos ha ido hoy a los 76 años, víctima del Alzheimer. Justamente hace unos días lo estuve escuchando. Y justamente el 23 de marzo lo traje por aquí y, para no repetirme, reproduzco lo que escribí en su día. Posiblemente Battiato nos cambió el concepto que teníamos de la música italiana. Creo que no me equivoco al afirmar que su figura acompañó, como “rara avis” a lo que era a la modernidad de los 80.
! Battiato, siempre Battiato!.